05 agosto, 2015

hace tiempo

Hace días que no tengo inspiración. Que lo único que sale de mis manos son corazones en alto, y fango de entre los restos. Quizá la inspiración me encuentre vagando por otros versos.


Hace meses que a veces echo de menos, y no es bueno. Significa que hay algo que no hace girar los émbolos del coco, como la ley de una gravedad que nunca cae por su propio peso.


Hace años que no encuentro musa. Pero no de esas musas que te quitan la razón, si no algo mucho más grande, como un atentado contra relojes y péndulos, dejando el tiempo muerto. De miedo.

Hace décadas debí de haber nacido. Como muestra de desenlace cronológico, y la sociedad una reducción a lo absurdo. Tan llena de pedantería y egoísmo, obsoleta por miradas cínicas que escupen respondiendo. Y qué gracioso, luego nosotros somos los raros. Por consuelo, nos libramos.

Hace siglos nos hacemos la misma pregunta de "y por qué cojones no me llena ninguna". Pero no nos queda otra. 

Hace unos minutos me he fumado un porro y estoy más sólo que la Luna, si. 

Recordadme, y hacedlo como aquél que alzaba los dedos a medio palmo de camas desnudas...
por si la inspiración y su musa se encontraban en el mismo agujero.

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