03 julio, 2015

Atrezos de un recuerdo

Éstos son los placeres divinos.
Este sonido de cada gota de lluvia en la ventana,
estas hojas caídas dejando una alfombra 

de colores candentes,
este humo que significa que el café está listo.
Este quejido en forma de palabra,
en forma de susurro cómodo 

de la mecedora y de la cama
cuando llegas a casa muerto de frío.
Estos hipnóticos rituales de estufa y manta,
y abrazos al cojín, y noches sin ti,
y bien aferrado a la almohada 

como un crío.
Estos charcos que, por primera vez, no son de lágrimas,
esta plomiza vista lúgubre y distante 

cuando miras arriba,
este pompón sin hilos de cierto gorro de punto,
estas ganas de acariciarte, achucharte y envolverme
entre tus extremos, señorita de lana con flecos.
Estas tediosas tardes sentado 

lejos del parque
y aún más alejado de cada ágora de sueños rotos.
Esta pluma que pone fin 

a cada día de un cercano Invierno
plagado de plagas, y hazañas, en las sábanas,
a ciegas, a gatas, a medias... 

por lo pronto.
Si vuelvo, 

es porque este sofá mullido entre sollozos 
se quedó sin dueño.
Esta lámpara que sigue siendo la única 

que ilumina mis noches a oscuras
es gracias a aquellos océanos repletos de pirañas
en los que ya no corren las olas.
Esta lona sigue con la sangre manchada de un inocente
aunque esta última canción de victoria 

sepa a poco.
Y aquel tocadiscos se paró, 

y los mecanismos de este reloj
están flojos.
Y también las agujas, tan congeladas,
que marcaban el mes en el que se quedaron mis ganas

llenitas de plomo abrevian mis palabras.
Y esta primera, 

y estas demás coartadas por no salir
por ahí a lo tonto 

y quedarme en el calor de mis palabras entintadas.
Éstos... son mis planes de fuga, 

esta nariz está roja y todavía
no ha venido Año Nuevo. 

Este nuevo año,
al igual que los tiempos, vendrán mejores que los anteriores
estando de cobijo tan cortos.
Éstos, todos, estamos locos, totalmente,

por que el calendario tampoco
se quede retrasado por cambiar las hojas de Madrid, 

su Oso, 
y su Madroño.
Señoritas, 

señores, esto: es el Otoño.

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