20 febrero, 2017

un nuevo desiento



El camino está angosto de recuerdo

la angustia recorre mi corazón roto

y de momento

no encuentro sus pedazos para seguir andando tan firme como hace tiempo

un mal sabor de boca sin probar bocado y en el estómago capullos de amapolas, y en los ojos ajenos la paja de los míos

como un crío que rompe los apuntes de un año

como un vicio esperando a ser tentado

ha atentado mi delirio por sus huesos

y soy león viendo cómo hienas reclaman los restos.

Presto, fugaz efímero, incierto, momento, duda, atisbo, te quiero. Pero no con la misma piel dura como el cemento

es que he prendido y aprendido en la cabeza que he perdido

si un segundo he descuidado mi atención del lunar de tus senos

pues si late ronco tu pecho

saca el motor de la caja de costillas

para así tejer la herida de mis pensamientos afilados

porque promiento estar ahí si desfallece,

y salir cosiendo de la escena del rimel cuando despierte

porque eres la única persona que me reconoce

con el disfraz de héroe muerto y las lentes quebradas

que derraman cera por tu cara

y eso no puedo verlo.

Y si lo veo sabrás que estamos hechos del mismo candil de los sueños rotos

y verter fisuras es lo que no quiero.

Yo lo que quiero

no se rompe ni se esfuma

es el sentimiento imperecedero

esa constelación de pecas disimuladas

no tener jamás miedo de perderte para así tenerte siempre aquí conmigo latiéndote en mi abrigo

aunque me abruma la duda de deseo lascivo

te digo

que abundan asiduas las dunas

del querer querernos y crear

un nuevo desiento para construir motivos

en el que no quepa nada más que el "juntos"

aunque solo sea como amigos.

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