04 agosto, 2016

mientras dormías


Y estaba dormida, a mi lado.

Y me salió esa sonrisa,

la de un cinco de Enero.

La del beso de buenas noches

en boca de una madre.

La de "hoy no salgo de la cama"

en Invierno.

Y sus brazos tenían ese tacto a

"no te voy a dejar ir",

y mis ganas concertadas en las yemas

de mis dedos con cariño,

como las zapatillas nuevas pidiendo ser pisadas.

Y era todo tan perfecto que podría explotar la Luna,

que yo... Que yo sólo escucharía sus latidos.

Y todo un harén de gemidos precedió aquello.

O fumo porros,

o me embriaga su aroma cada vez que esas curvas negras mecen su cara.

Pero es que os lo juro, es fantástica.

Sólo a ella misma la he visto vestirse desnuda,

y desnudar el alma en los abrazos,

y abrazar a oscuras mis desnudos,

y hacer que toda esa confianza pareciese bonita.

Como quien corta flores para arrojar a la tumba.

Y ahora vienes, a decirme que vuelva,

que lo aparque,

que lo apague de una vez

porque todo eso de ayer me echa de menos.




Y vuelta a empezar el baile.

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